Desde siempre usamos la palabra escrita (ya sea poemas, prosas, canciones, cuentos, textos de autoayuda, biografías, etc.) como una manera de ayudarnos a entender lo que nos pasa. Encontramos en determinadas letras reflejos de nosotros mismos.
Cuando nos impacta algo que leemos o escuchamos, es porque en algún punto nos está “mencionando”, está hablando de nosotros, encontramos un paralelo entre los sentimientos y emociones expresadas por un autor, con nuestros propios sentimientos y emociones, con nuestras creencias y valores. Así creamos una relación intima con esa lectura que no nos es indiferente.
Cuando nos dejamos penetrar por un texto, el efecto catalizador es insospechado, se nos activa el “darnos cuenta” y nos permite diluir las resistencias y emerger a la conciencia y a la simbolización aquellas cuestiones que estaban en sombras, brindándonos la posibilidad de superar las adversidades.
En la constante búsqueda de respuestas, que abren a mil preguntas, estamos permeables a encontrar en la palabra dicha y escrita por otro, las respuestas que estamos necesitando, para cerrar y para volver a abrir, en el movimiento continuo que es el desarrollo personal.
Este recurso, tan disponible aun sin que lo sepamos, es el que varios profesionales de la ayuda han acordado llamar “BIBLIOTERAPIA”. En el primer libro que encontré el uso de este término es en “La Logoterapia en cuentos, el libro como recurso terapéutico” de Claudio García Pintos, de Editorial San Pablo.
En la facilitación de talleres grupales, suelo utilizar como apertura, algún texto corto, acorde a los objetivos y las necesidades del grupo.
En la consultoría individual, si bien no doy como tarea la lectura, a veces surge la mención de determinado texto, que ayuda a reflejar lo que el consultante trae, o a ejemplificar determinada situación. Y en algunos casos después la persona ha decidido leerlo.
Válido es aquí el ejemplo, de una consultante con una problemática determinada que lee habitualmente, encontrando un gran aliado en su lucha, el sitio web del autor que le mencioné como especializado en ese tema que le ocupa.
Lo que si ocurre a menudo es que el consultante venga a la consulta movilizado por una lectura, surgida fuera del contexto del consultorio, que lo ha hecho pensar y reflexionar sobre algo significativo de su existencia, el en aquí y ahora, Y sobre lo cual orienta su trabajo de auto exploración.
Por todo esto me parece importante como profesional de la ayuda, actualizarme constantemente, cultivar mis conocimientos, no solo teóricos y técnicos, sino también del mundo de la cultura, literatura, el cine y la música, porque nunca sé en qué momento puede ser justo el recurso que necesito.
Clr. Graciela Vazquez
Dedicatoria del autor Claudio García Pintos en el libro "La logoterapia en cuentos" |
No hay comentarios:
Publicar un comentario