Cada 13 de agosto es el día del Counselor

En 1991, la fundación de la Asociación Argentina de Counselors dio un paso histórico: formalizar en nuestro país una profesión dedicada a acompañar personas en sus procesos de cambio, crecimiento y toma de decisiones.

 

  El counseling —o consultoría psicológica— tiene sus raíces en el enfoque humanista y la psicología de la salud. Parte de una premisa sencilla pero profunda: toda persona posee recursos internos para afrontar sus desafíos, y puede potenciarlos en un espacio seguro de escucha, reflexión y descubrimiento.

La tarea del counselor no es “decir qué hacer”, sino facilitar que cada quien encuentre sus propias respuestas. Escuchar de manera genuina, ayudar a clarificar pensamientos, comprender emociones y abrir nuevas perspectivas son acciones que, aunque parezcan simples, pueden marcar un antes y un después en la vida de alguien.

En una sociedad acelerada, atravesada por exigencias, cambios y sobreinformación, estos espacios se vuelven esenciales. No solo para atravesar momentos difíciles, sino también para prevenir el desgaste, fortalecer vínculos y cultivar el bienestar emocional.

Hoy celebramos a quienes, desde este rol, aportan un granito de arena para construir comunidades más empáticas, conscientes y saludables. Y celebramos también a quienes confían en este encuentro humano como una oportunidad para crecer.